Pues sí, Tatiana nos se ha vuelto a casar en menos de 6 meses. Así que ha tenido boda civil de verano en Mónaco y ahora boda religiosa de invierno en Suiza. En ambos casos, las bodas han sido privadas. Pero si en Mónaco se hizo un posado informal para la prensa, ahora en Gstaad no hay fotos oficiales aunque el acto sea más solemne. ¿Y por qué? Ni idea.
En principio, las ausencias de Charlene como tía política y de Estefanía como tía carnal del novio son de los más sonadas. Por otro lado, las únicas fotos que hay, parecen como "robadas", pero hay una publicación española que las saca a la luz en exclusiva y la familia monegasca no dice nada al respecto... ¿Un "robado" pactado? Lo que si está claro es que las mejores fotos de esta ocasión se encuentran en el álbum familiar y dudo mucho que las veamos.
Nevaba y Tatiana lució un apropiadísimo diseño de Valentino alta costura, vestido en encaje de macramé y capa con capucha de cachmere, que acompañó con la increíble tiara Fringe de Cartier (que se puede usar como collar) perteneciente a su suegra, Carolina de Mónaco (¿o todavía es princesa de Hannover?). Tatiana estaba espectacular y realmente favorecida, muy lejos de la imagen hippy-pijy (ahora le dicen boho-chic) a la que nos tiene acostumbrados. Finalizada la boda religiosa, tuvo lugar una fiesta fondue muy acorde con el lugar de celebración. Y... creo que eso es todo. Conclusión: una boda rarita.
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